Ámame, en cada palabra y en cada beso,
en cada caricia sentida o deseada,
en cada súplica en cada herida desangrada.
Ámame en cada beso y en cada recompensa,
en cada compromiso y cada entrega,
en la libertad del alma cada vez que me recuerdes,
cada vez que te olvide.
Ámame en el sufrimiento, en el profundo dolor de tu carne,
en el grito de placer delirante de tu boca.
Ámame en tu desnudez completa,
vístete con mi amor cuando te desnudes,
Ámame en cuerpo y alma
porque, así es como tú me perteneces.
Jorge Laserna Vargas
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