viernes, 24 de abril de 2009
Decepción
Nunca llegue a acariciarte
ni explorar tu intima selva
y disiparme en tu embeleso
nacer en tu rociada boca
y extenuarme en tus suaves labios.
Trepar por tus columnas,
hundirme en el mar de tu sonrisa
y matarme en tu júbilo de mi desvarío
unirme en la hondonada de tu gruta
y quedar allí apresado de por vida.
Sentir con mis manos tus suaves alturas
deambular por las ondulantes colinas de tu pelo,
agonizando vencido, frío y ciego de tu brillo
tomarte en mis brazos, arrestarte en mi presidio
y quedar recluido en tu eterno Olimpo.
Jorge Laserna Vargas
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