Tan dentro de mí penetras
amargura,
que ni alzar el rostro puedo
para contemplar el cielo
ni su noches de luna.
Tan dentro de mí te entierras
amargura,
que mil vidas te daría,
por vivir ¡tan sólo una!
por que la que vivo es un hastío.
Vida en la que no sientes nada,
amargura,
ni aromas, ni dulzuras,
ni colores, ni miradas
y aunque esta vida es mía
yo no la quiero, ya esta perdida.
Porque no quiero vivir más
amargura,
y si volviera a vivir otra vida,
por ventura, sería oleaje
que rompe en la arena,
relámpago de luz o luna llena,
para no sufrir tan hondamente
ya que tanto dentro de mí penetras
amargura.
Jorge Laserna Vargas
Estocolmo - Enero 2009
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